Después de este largo y caluroso verano, las temperaturas empiezan a darnos un respiro e incluso un tímido frío en varias zonas de la península. Muchos son los que próximamente empezarán a pensar en accionar sus sistemas de calefacción.

¿Calefacción apunto para la temporada de invierno?

Ya sea ahora o más adelante, los usuarios deben recordar que, para el correcto funcionamiento de los radiadores, es recomendable purgarlos antes de utilizarlos.

¿Por qué es interesante purgar los radiadores?

Es muy aconsejable purgar los radiadores, estos funcionan con un circuito de agua caliente que se mueve dentro de ellos. Y entre una temporada de frío y otra, es normal que se acumule aire en el interior del circuito, el cual debe ser extraído. De lo contrario, los radiadores funcionarán con menos eficiencia y, en consecuencia, repercutirán en un mayor gasto energético. Del mismo modo, los radiadores sin purgar suelen emitir ruidos extraños y molestos, como gorgoteos o chisporroteos de agua.

¿En qué casos no es necesario purgar los radiadores?

  1. Los sistemas de calefacción modernos pueden tener una válvula automática con sistema de autopurgado. Este tipo de purgadores automáticos expulsan el aire de forma automática, por lo que no será necesario realizar el purgado de forma manual. Si aún teniendo este tipo de válvulas notas que los radiadores no calientan bien, por seguridad es mejor consultar a un profesional para que revise el sistema.
  2. Si tenemos un sistema de calefacción con radiadores tradicionales podemos realizar una prueba. Enciende la calefacción y pasa la mano por la parte superior del radiador: si esta parte superior del radiador está más fría que la parte inferior, esto significa que tiene aire y precisa de un purgado, el aire tiende a subir y si no está tan caliente es que contiene aire.   No será necesario un purgado si todas las partes del radiador emiten calor por igual.

¿Qué necesitas para purgar los radiadores?

Para purgar nuestro sistema de calefacción necesitaremos:

– Un recipiente, como un pequeño barreño o un cubo.
– Un destornillador plano.
– Un paño por si manchamos el suelo con agua.

¿Cómo se deben purgar los radiadores? 

En alguno de los dos laterales del radiador, y normalmente en la parte superior, deberías encontrar la llave del radiador. Una vez detectada, deberás colocar el recipiente justo debajo de la llave. Concretamente, debajo de un pequeño pitorro, que es por donde saldrá el agua.
El purgado se realiza con la caldera apagada y los radiadores fríos. Para purgar los radiadores correctamente, es aconsejable comenzar desde el radiador más cercano a la caldera hasta el más lejano. De esta forma, seguiremos el circuito natural que sigue el agua a través de los calentadores.

El purgado se realiza de la siguiente forma:

  1. Cerramos la llave de paso de agua del radiador que se va a purgar.
  2. Colocamos el recipiente debajo de la llave, es aconsejable colocarlo encima de un papel de cocina o papel de periódico para evitar las salpicaduras.
  3. Abrimos la válvula del radiador introduciendo el destornillador en la parte plana con una raya en medio y girando la llave hacia la izquierda, en sentido contrario a las agujas del reloj.
  4. Comenzará a salir aire con un olor peculiar y es probable que también algo de agua, pero de manera no uniforme.
  5. Una vez que ha salido el aire y el agua salga de manera más fluida, cerramos la válvula, girando la llave en sentido contrario.
  6. Repetimos los pasos en el resto de los radiadores de la casa, siguiendo el circuito que sigue el flujo de agua.
  7. Comprobamos que la presión de la caldera está entre 1 y 1,5 bares. Si ha bajado, no es preocupante. Solo habrá que devolver a la caldera su presión óptima para que el sistema vuelva a funcionar a pleno rendimiento. El manómetro suele estar situado debajo de la caldera.

¿Qué puede pasar si decidimos no purgar los radiadores? 

No purgar nuestros radiadores pueden acarrear las siguientes consecuencias:

  • Aumento en nuestra factura: los radiadores no calientan lo suficiente, lo que nos lleva a subir la temperatura para que calienten más y, como consecuencia, un aumento en nuestro consumo.
  • Ruido de goteo: se producirán ruidos de goteo continuo cuando la calefacción se encuentra encendida que pueden llegar a ser molestos.
  • Corrosión del sistema de calefacción: el oxígeno del aire que circula por las tuberías puede ser corrosivo y dañar poco a poco el interior de nuestros radiadores.

En Fontgas encontrarás todo lo necesario para tu sistema de calefacción, desde el estudio para instalar un sistema de calefacción tradicional, un suelo radiante, piezas de recambio o bien una caldera nueva más eficiente. Climatízate con nosotr@s.

Entradas recientes

Categorías

Redactora de contenido en Fontgas

Licenciada en Comunicación Audiovisual por la UAB con amplia experiencia en la creación y gestión de contenidos escritos y audiovisuales dirigidos a medios digitales.